Este mundo desagradecido by Lou Carrigan

autor:Lou Carrigan
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Intriga, Policial
publicado: 1980-04-30T22:00:00+00:00

CAPÍTULO V

Era una sala en la que había un mobiliario funcional, cómodo, aséptico. Y nada más. Es decir, salvo las estanterías de cristal colocadas en la pared de enfrente de la puerta, y cientos de pequeños recipientes de cristal colocados en ellas.

Y eso era lo que señalaba Winifred Stewart-Frazer.

—¿Dónde están? —masculló Archibald.

—Ahí, en esos recipientes. Dentro de ciento un años, de ahí saldrán un millón de americanos.

—Winifred…

—¿No lo entiendes? Son niños-probeta, Archie.

El hombre de la CIA volvió a mirar los recipientes de cristal. Estaba mudo de pasmo. No podía pensar.

—Arriba se están creando las condiciones artificiales para que esos niños probeta puedan ser realidad. Aquí abajo se va poniendo en conserva la materia… básica, es decir, los espermatozoides. Se entiende, claro está, que en su elemento natural, o sea, el semen del hombre. La temperatura ha sido estudiada, por supuesto, para que esos frascos conteniendo esperma se conserven durante un tiempo no inferior a los ciento diez años. Como es natural, los… donantes de este material han sido muy cuidadosamente seleccionados y espléndidamente pagados. Lo que no se les ha dicho, por cierto, es que sus… futuros hijos nacerán dentro de más de cien años, y que, debidamente clasificados y marcados se irán cruzando entre sí para que, en muy poco tiempo, haya en el planeta Tierra un millón de americanos puros de mente y de cuerpo. Bis ha calculado que tan sólo en el primer año de la Nueva Era los protectores, es decir, los descendientes de los protectores que estarían aquí abajo podrían dar vida a más de doscientos mil americanos. Luego, cada vez con más experiencia y rapidez por lo tanto, se daría vida al resto. Y entonces, cuando en el planeta Tierra, devastado absolutamente por el inevitable holocausto atómico que todos vemos venir, no hubiese vida animal, aparecería el millón de americanos, que comenzaría quince años más tarde a repoblar el planeta; a partir de ese momento, la Tierra ya no se llamaría así, sino el planeta América, en el que, espero que lo hayas entendido, sólo habría seres hermosos, puros, y cuya cultura se basaría en los datos que se van archivando en otra dependencia de aquí abajo por medios audiovisuales y electrónicos. Hay un compendio increíble de toda la sabiduría actual humana en esa dependencia, y sería impartida por medios racionales, de rapidísima asimilación. Resumiendo y concretando: dentro de ciento dieciséis años a partir del holocausto atómico de nuestro planeta, los seres humanos, ahora por medios naturales, comenzarían la repoblación, y ya, en el nuevo planeta América sólo habría americanos, seleccionados entre lo mejor. No hay aquí semillas de hombres que no sean americanos puros… No hay negros, ni chinos, ni indios, ni hindúes, ni árabes… Sólo americanos. Un millón de americanos esperando la Nueva Era.

¿Estás sorprendido, Archie?

Archibald Arlington se había dejado caer en uno de los confortables asientos anatómicos, y estaba sacando el paquete de cigarrillos. Cuando se puso uno en la boca le temblaban los labios y las manos…

—No se puede fumar

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